Por estos días de Bicentenario, en Valledupar está que arde un debate en torno a María Concepción Loperena, por el papel que desempeñó en la gesta libertadora. Son muchos los comentarios que se tejen alrededor de la mujer que para algunos representó un gran aporte a la historia del país, pero para otros no fue ninguna heroína, sino un mito construido por la imaginación de sus descendientes, para hacer alarde del honor de haber tenido una figura rutilante, partícipe de la independencia de Colombia, de quien vanagloriarse y sentirse orgullosos.Historiadores y estudiosos de la causa libertadora y del proceso independentista de Colombia y Valledupar hacen parte de esta acalorada controversia. Según el historiador, Manuel Palencia Carat, no existen pruebas fehacientes de que la heroína, haya sido heroína, y no da el brazo a torcer porque todo se ha manejado de acuerdo a conveniencias familiares y asemeja el caso, al de Carlota Armero, un invento que derrumbaron los analistas en el departamento de Tolima.
Por su parte, Germán Piedrahita, ex secretario de cultura, es más agudo y punzante, asevera que en ninguna entidad de orden nacional aparece un documento de la Loperena y se atreve a llamarla “heroína de papel”, duda de la carta que aparece en el libro de Roberto Cortázar, Cartas y mensajes de Santander 1834-1836, porque fue enviada al autor, por Pedro Castro Trespalacios, que es pariente de la Loperena, Piedrahita, muy al estilo, Sherlock Holmes, tiene serios reparos en la autenticidad; como Santo Tomas hasta no ver las pruebas no creer.
En la lista de los que que no se comen el cuento, se encuentra, Simón Martínez, autor del libro Orígenes y conocedor del tema, quien afirma que en esa época la mujer era poco valorada y no tenía el alcance para destacarse así, además, señala, que no hay documentación certificada en la academia nacional de historia. Sin embargo, la sociedad vallenata al sentirse ofendida, se va lanza en ristre contra los historiadores que dudan, argumentando que es cuestión de resentimiento y por no ser oriundos de Valledupar, descalifican a la heroína; algo fuera de contexto que no hace parte de la discusión.
Entre los que la defienden, se encuentra el antropólogo e historiador Tomas Darío Gutiérrez, que ha investigado y afirma con mucha seguridad, que es la heroína más importante de Colombia, además se basa en que la ley la declaró heroína en el mandato del presidente Eduardo Santos, también menciona su testamento en el cual hay muestras de su talla como mujer que transformó la historia de este país, cuando en 1812 llegó a Chiriguaná con más de trescientos caballos y hombres para sumarse a la gesta libertadora.
El polémica está planteada y se debería profundizar más para saber realmente cual fue el legado de María Concepción Loperena, porque los que estudiamos y crecimos en Valledupar, tenemos una idea no muy clara sobre el tema, y más ahora, cuando en los colegios de la ciudad, se duda de su aporte a la independencia de Colombia.
¿Cómo se disipa todo?, convocando un foro abierto, en el que participen historiadores de la zona, pero también delegados de las entidades de orden nacional encargadas del manejo de la historia, para que las cosas queden claras y no someter a la sociedad académica a desgastes que generan confusión, y sobre todo, atentan contra la imagen de una persona.
GEAN CARLOS COLPAS ROMERO 11-D
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